Se atraganta la iglesia con el
redoble de campanas
Se precipitan rebaños de cabras T
O
R
R
E
ABAJO
A tragos de cencerro y estrellas desaguadas
Hacia el grito roto en la garganta del
monaguillo y el caño seco
Los dos el mismo diámetro
En la plaza donde enmudece la
piedra
y la paloma sin pico vuela de
la paz al olivar
Le duelen los costados al mundo
A ambos lados un hedor de cruces
De una farmacia la Gran Guerra
De la otra costilla su Hermana
Menor
La muerte ensanchó la senda al paso
de los tanques trashumantes
A su salud
El viento infinitamente dañado
posiciona en los lugares del
aire
un dolor de guerra definitiva
Bajan del cielo miles de botas
por cuerdas de paracaídas
abandonados
Como postales desgarradas en el
viento
Venas obsoletas guían su caminar de
barro al interior nuestro
Su arrasado Nuremberg
Su terrible siseo ionizado
Al interior nuestro
Himno que sonó para quedarse
Himno de la respiración radioactiva
que curva las rejas del cementerio
hacia la Tercera Muerte Nupcial
Martín de la Torre
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