sábado, 3 de enero de 2015

Consejos y andanzas de un filántropo quiromante. 3ª mano.


Un hombre sin oficio ni beneficio,
que se quería comer el mundo 
pero que a ojo de buen cubero
era más flojo que el albero,
me preguntó en La Puebla de Hijar,
por una tarea que aún no tuviera oficio,
que él, según dijo, la profesaría sin sacrificio.

Qué mercería peina el hilo que musita
a los violines la más bella melodía.
Qué minero vende sus manos, de raza negra,
antes de que lo hagan totalmente esclavo.
Qué pajarería vende la energía oscura
con la que expande el universo el mirlo.
Qué armero empluma los cartuchos
de tinta que hacen renacer al Fénix.
Qué aguador, así en la tierra como en el cielo,
confiesa al sediento la fórmula de las nubes.
Qué abaniquero da al viento desbandado
la ocasión de domesticar su soplido.

Qué kiosco vende los globos de helio
esperanzados con heredar el Sol.
Qué apicultor recolecta el oro
que endulza las pobres gargantillas.
Qué farero plancha las cordilleras
para que los aviones naveguen bajo.
Qué cirujano plástico reconstruye la cara
oculta de la Luna, devastada por la viruela.
Qué tienda de ultramarinos apila las ex latas
de Yugoslavia, la URSS  o Checoslovaquia.
Qué zapatero arregla las suelas del camino
para que las brújulas puedan elegir su destino.

Qué heladería presta la nata viuda
para los cirios de Semana Santa.
Qué caracolero alfabetiza sus moluscos,
muy apreciados en la otorrinolaringología.
Qué costurera desmadeja vías muertas
para remendar el cuello del maquinista.
Qué titiritero para un taxi mientras zarandea
un puente colgante por sus meridianos.
Qué pastelero dedica los cinco sentidos
de la mano a descubrirse ante Dioniso.
Qué herbolario vende semillas de lejía
a las uvas que se casan de blanco.


Bueno bueno, el que mucho aprieta, poco abarca
-me dijo el prenda-
Le desleí la mano y se fue con Dios. 


(Cliente atendido en el mercadillo medieval navideño
de La Puebla de Hijar, Teruel, el sabado 27 de diciembre)


Martín de la Torre

1 comentario:

  1. Aqui frente al ordenador completamente enganchada me dejo llevar y soñar por tu ligera y suave escritura. que tarde mas bien aprovechada.

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