Un hombre sin
oficio ni beneficio,
que se quería
comer el mundo
pero que en
verdad era pan perdido,
me preguntó el
día seis en Almería,
en el mercado
medieval de Los Gallardos,
por una tarea
que aún no tuviera oficio,
que él, según
dijo, la profesaría sin sacrificio.
Qué neumólogo
sabe cómo rejuvenecer:
expirar primero
y luego inspirar compasión.
Qué azafranero
arrebata una llama
al gran arce
rojo para dorar el otoño.
Qué interiorista
sugiere al cliente una decoración
pirata tras
cobrarle como anticipo un ojo de la cara.
Qué pianista
vende su máquina de escribir muda
cansado de
reescribir los conciertos de Beethoven.
Qué arquero
tensa el diapasón para afinar el canto
del pájaro
posado sobre la cuerda de la guitarra.
Qué piloto
esparce tréboles en el mar para que,
como hélices de
un barco, fabriquen las olas.
Qué aviador
pilota las azarosas pompas de jabón
que aíslan del
limbo a las almas infantiles.
Qué carnicería
vende la carne de unicornio,
dodo, mamut o
loco de los años veinte.
Qué cordonería
vende cordones umbilicales
a los ególatras
que se practican rápel.
Qué maniquí
pigmeo se acostumbra
al daltonismo de
vivir en un semáforo.
Qué fotógrafo
bipolar revela el carrete
defectuoso de
las auroras.
Qué soldador
provoca lluvias de estrellas
al colocar
nuevas baldas de Universo.
Qué huevero
vende los capullos de seda
que ponen las
codornices de crochet.
Qué pescador
repara trajes de flamenca
la víspera del
entierro de la sardina.
Qué quesero
cauto añade moho en los comederos
para ovejas de
Roquefort.
Qué olivarero de
Getsemaní machaca
la fe y vende
aceite de esmeraldas.
Qué capilla
expone en su estrado
el cuerpo
incorrupto de un político.
Qué gondolero
gordo pica el toro
que bucea las
cloacas de Venecia.
Me lo pidió por
escrito, y claro,
yo, como
quiromante, le desleí la mano.
Martín de la Torre
Martín de la Torre
No puedo dejar de leerte Martin.
ResponderEliminarAcabo de descubrir y sumergirme en las maravillosas andanzas
del filántropo quiromante.Deseando de saber que le deparara dichas andanzas de nuevo.
Me alegra que te guste. Espero sacar de mis sesos muchos oficios imposibles para los futuros clientes que me esperan con las líneas de las manos a flor de piel, pero también con un ramillete de uñas de gato y diez uñas de león. Saludos.
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