Hay ríos involuntarios
que fluyen sobre los raíles que
instaló el olvido
Ríos de mirada salada que nunca
encontrarán el mar Ejércitos de lágrimas que se
practican el haraquiri de la ósmosis inversa
Me explico...
El Alzheimer es el cuervo de agua salada
que barrunta la tristeza
que barrunta la tristeza
y convierte el pasado en epidemia
Sobrevuela bibliotecas antiguas
Abre sus jaulas
Abre sus jaulas
Sacude las encuadernaciones dejando
caer
las letras las comas los verbos La
ceniza neuronal
Entonces
los abrazos cicatrizados se desco s e n i r r e c o n c i l i a b l e s
y las estrellas heridas no reconocen su constelación
Un otoño perpetuo agrieta la cúpula craneal
y la cabeza del hombre no proyecta sombra
pero su sombra sin cabeza se proyecta sepia
La memoria ha roto la punta de los lápices
Los lápices se quitan el capirote negro
y dan de beber humo a través de sus pupilas
a la mariposa que
descorcha las chimeneas
Los recuerdos felices
también se marchan
vuelan
Los colibríes al néctar de las vidrieras
despegan
Las isobaras de los aeropuertos de cada pétalo
besan
Las playas en
braille los
labios del caminante
Los nombres se tosen unos a otros
Anónimos seres queridos desandan sus biografías
deglutidas por los ácaros del Ombligo
Los recuerdos tristes
se columpian en el viento
mojando los pies en los ríos involuntarios
Que nunca hallarán el mar
Alzheimer es un modelo de silla de enea
Alzheimer es un modelo de silla de enea
Sentada en un acanti
l
a
d
o
pececillos
que se deshilacha en pececillos
de porcelana
en busca del mar Olvido
La esperanza es saber que por ósmosis inversa
los delfines que beben ese mar
de alguna manera
sintetizan nuestros recuerdosMartín de la Torre
Me encanta Martín, eres el as de las letras. Como las haces danzar de todas las formas más bellas posibles. No dejas de sorprenderme. Espero que no seas egoista y telepaticamente de vez en cuando me pases un poco de tu ingenio, sensibilidad, imnovación y parte de tu gran imaginación. Eres un gran reserva, chapó Martín.
ResponderEliminarTu alumna admiradora.
Ana. C . T
Muchas gracias Ana, pero no soy un gran reserva. Estoy entre un vino cumbre de Gredos y un elEjido tempranillo, digamos a las 6 de la mañana, más o menos por la sierra de Andújar. Las letras saltarinas se deben a que últimamente estoy leyendo al gran Huidobro. Además, que vas a decir tú, no eres objetiva, eres mi compañía y compañera de quiromancias. Un abrazo.
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