Por vivir bajo la
corteza
y no en las ramas
mi biografía no la
destruye
el viento de un
alarido
ni el sol de una
mirada
Como no cae de una hoja
la
savia que partió de la raíz
No
gotea la baba del pasado
Sobre uno de los ojos
del árbol
hay una rama con un ombligo
que no es un nido sino el eje
del que cuelga la constelación
Sube al columpio y
colúmpiate
Colúmpiate los días del árbol triste
cuando a modo de pequeñas cuentas
la nube verde desgrana las gotas
suspendidas en el cuenco de las hojas
y la copa libera el llanto detenido
Golpea el tronco
cuanto puedas
Año tras año Año tras año
la persistente sacudida borrará mi nombre
Oirás un pulso lento y prolongado
Como el de la noche abriéndose paso
en los ojos del búho
o en el diámetro del sueño
No te
preocupes Es el olvido
Golpea la frente
Llegará el tronco
seco y muerto
pero tranquilo
Cuando sin hojas
los recuerdos me pierdan en el vacío
Martín de la Torre
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