Hoy se cumplen 79 años del fusilamiento de Federico García Lorca
Un bozal de
tierra en la palabra
secó las fuentes de la Alhambra
la noche de
agosto en la que un río perdió a su hijo
y la poesía perdió
la voz de Andalucía
Aún suena el
timbre seco de rodillas
como piedras golpeando
las puertas del tiempo
y el traje de
cristal blanco hecho jirones
como un álamo acribillado
por negras castañuelas
No
vistió el Darro aquel verano
aquel
invierno en pleno verano
su vestido claro
por los patios del Albaicín
por los patios del Albaicín
Llevaron sus aguas volantes carmesí
Fosas derramadas a la cita del Genil
No
llovió caudal sino lianas de llanto
¿Cuánta
sangre botó su cauce con pepitas de plomo?
¿Cuánto
vidrio quebró el alba en los ojos de Víznar?
Mirad
los índices con forma de gatillo
gotear anillos de sangre
Mirad
las garrapatas como granos de pimienta
volar
de la boca hasta el grito del fusil
Mirad el batir de las nubes
El estaño de la paloma sucia
Veréis
al sol
colocando legañas en los quicios de
las córneas
Rodando sobre el negativo de la victoria
Oiréis
el llanto de la ventisca
morder
la piel con dientes de cuchilla
Y callaréis afónicos de asco
Porque
no llegó el duelo a la sien de los verdugos
Granada
puso una luna en cada pómulo
y un
escorpión en el entrecejo
Granada
se guardó el hematoma
bajo las enaguas de la sierra enferma
como un nevero de escarlatina
Y
colgó triunfantes suspiros de monja
urdidos con los vahídos derrotados
Desde
mil novecientos treinta y seis
no cruza el viento mirada con Granada
ni estribillo entre sus cordeles
Desde
mil novecientos treinta y seis
enmohece entre huesos la raíz de tu elegía
y la poesía
boca abajo
cava ruinas con brazos de cirio apagado
Martín de la Torre
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