sábado, 29 de agosto de 2015

Haikus


El haiku es un tipo de poesía japonesa, de tres versos de cinco, siete y cinco moras, diecisiete moras en total. La mora es una unidad de medida del peso silábico, es decir, la duración de los segmentos fonológicos que componen la sílaba. Cuando se componen en otras lenguas las moras se suelen sustituir, grosso modo, por sílabas. Los haikus suelen hablar sobre la naturaleza y su contemplación a través de los admirados ojos del poeta.

Los haikus enganchan, va uno contando sílabas (cinco, siete, cinco) por la calle como el que cuenta las losas de la acera o sus heces caninas, o como el que calcula los días que restan de tristeza. Es intentar ordenar una sopa de sílabas mientras el otoño, de un soplo, coloca todas las piezas de hojarasca. 


Desesperanza
Entre las ramas
mi árbol genealógico
muestra sus sogas.
......

Pasión
Dame tu mano,
crucemos las estrellas.
Somos el Big Bang. 
......

Haiku
Crisol de orfebre,
diecisiete sílabas
tornáronse luz.
......

Teologúmeno
Pompas de jabón.
Los niños en el limbo
muertos bucean.
......

Reloj de arena
Pequeña duna,
tu desierto no tiene
tregua ni oasis.
......

Incineración
Sombrea el ciprés
un osario sin huésped,
sin cuerpo ni alma.
......

Piruleta
El camión lame,
tras cargar la basura,
la señal de Stop.
......

Libertad
Quiero un ataúd
alto para mis nubes
y ancho para el mar.
......

Código
El buen farero
descifra en el eclipse
el guiño de Dios.
......

Aflicción
El sufrimiento
afila las pestañas.
Duele ver llorar.


Martín de la Torre.


miércoles, 19 de agosto de 2015

Granada- Nueva York- la nada

                
                   Hoy se cumplen 79 años del fusilamiento de Federico García Lorca

Un bozal de tierra en la palabra
secó las fuentes de la Alhambra
la noche de agosto en la que un río perdió a su hijo
y la poesía perdió la voz de Andalucía

Aún suena el timbre seco de rodillas
como piedras golpeando las puertas del tiempo
y el traje de cristal blanco hecho jirones
como un álamo acribillado por negras castañuelas

No vistió el Darro aquel verano
     aquel invierno en pleno verano
     su vestido claro 
     por los patios del Albaicín
     Llevaron sus aguas volantes carmesí
     Fosas derramadas a la cita del Genil
No llovió caudal sino lianas de llanto

¿Cuánta sangre botó su cauce con pepitas de plomo?
¿Cuánto vidrio quebró el alba en los ojos de Víznar?

Mirad los índices con forma de gatillo
                       gotear anillos de sangre
Mirad las garrapatas como granos de pimienta
volar de la boca hasta el grito del fusil
    Mirad el batir de las nubes
    El estaño de la paloma sucia

Veréis al sol
            colocando legañas en los quicios de las córneas
            Rodando sobre el negativo de la victoria
Oiréis el llanto de la ventisca
morder la piel con dientes de cuchilla
                Y callaréis afónicos de asco

Porque no llegó el duelo a la sien de los verdugos
Granada puso una luna en cada pómulo
    y un escorpión en el entrecejo
Granada se guardó el hematoma
    bajo las enaguas de la sierra enferma
 como un nevero de escarlatina
    Y colgó triunfantes suspiros de monja
    urdidos con los vahídos derrotados

Desde mil novecientos treinta y seis
      no cruza el viento mirada con Granada
      ni estribillo entre sus cordeles
Desde mil novecientos treinta y seis
 enmohece entre huesos la raíz de tu elegía
       y la poesía    
       boca abajo    
 cava ruinas con brazos de cirio apagado


Martín de la Torre


miércoles, 12 de agosto de 2015

Consejos y andanzas de un filántropo quiromante. 13ª mano.


Esta vez cruzamos al trocito lusitano de la península ibérica para asistir a la feria medieval de Silves, localidad del Algarve donde se encuentra el castillo árabe más imponente y mejor conservado del país vecino. El pasado domingo día nueve, a media mañana, un cantante de fado, muy conocido en la región, entró a nuestro puesto quiromante con el firme propósito de hacer lo que no está escrito para vencer la terrible saudade que lo consumía en vida. Quería reunir el capital suficiente para comprar un ático en Ibiza y deshacerse de la opresiva melancolía allá en las bulliciosas Pitiusas. En su mano vi que no era eso lo que le reservaba el futuro, sino la adquisición  de uno de los últimos lagos en venta de Finlandia. En fin, lo entretuve con una serie de oficios imposibles y le regalé un disco de Cyndi Lauper. A la vuelta compramos en el Ikea de Faro unas sábanas y unas toallas por cuatro fúnebres coronas suecas y unos pocos escudos.

Qué sumiller descorcha al traqueotomizado tonel de roble americano 
para catar de las cuerdas vocales las suaves notas de nuez.
Qué sacristán tiene la dura labor de comunicar a los desterrados 
que allá donde vayan solo podrán ser incinerados.
Qué alumno realiza sus prácticas en el coche fúnebre de un conde Drácula 
desahuciado que alquila su autocaravana a las autoescuelas.
Qué académico de la RAE propone la inclusión de una nueva letra en el alfabeto: 
la t invertida. Para palabras que usan crucifijo (Satán, Anticristo, Leonardo Dantés).
Qué experto datilero desvela que los dátiles no son más
que larvas de cucarachas no natas, sino de sabor caramelo.
Qué geisha, viuda de Arturo Fernández, convence a Dolores Vargas "la terremoto" 
de que por mucho que taconee no redondeará la tierra chatina.

Qué sexoadicto queda a través de la ouija con las chicas de las curvas 
que suben de buen grado si se las recoge en un Rolls Royce Phantom.
Qué pintor vende colores a las especies de luto que enviudaron al zozobrar 
el arca de Noe. Véanse los cuervos, murciélagos, curas, la noche, etc.
Qué neurólogo constata que el sangrado de nariz
está relacionado con el aborto de un recuerdo.
Qué ministro advierte sobre la italianización de las familias 
numerosas debido al elevadísimo consumo de pasta.
Qué familia, huyendo de la guerra, alcanza el campamento 
de refugiados de un veraniego festival de música.
Qué marroquí vende el chocolate que hace estornudar y la carne..hachisss..perdón 
la carne halal que comen los musulmanes madridistas.. Hala Madrid! Alá Madrid!

Qué Premio Nobel regala invitaciones a francotiradores 
para asistir como público a Telecinco y practicar el tiro al plató.
Qué soldadito de plomo confunde la caja negra de un avión
de papel albal con un trocito de morcilla de papel cebolla.
Qué empresa de bollería industrial usa el aceite hidrogenado de palma 
de una ovación en un concierto gospel para sus palmeras de chocolate.
Qué médico ausculta al hipocondríaco para que esa sincera 
vocecita que todos llevamos dentro desmienta a su dueño.
Qué frutería norteamericana regala al pueblo asiático granadas, 
bombas de racimo, setas atómicas y zumo de agente naranja.
Qué persona no se mira en el espejo para comprobar 
que de la calavera solo se le siga viendo la dentadura.



Martín de la Torre 


martes, 4 de agosto de 2015

Lago etcétera de metáforas finesas


Quiero dormir sin romper
ninguno de los sueños en los que apareces
     Relevar el pasado   Rebobinar el futuro    
y durante el huso horario de una vida
ordenar los escalones
  de la escalinata y colocar
                   de mayor a menor
                                     tus pestañas
                                                para subir
                                                     a tu mirada

Quiero desde el balcón de Mercurio      Donde un soldado de terracota
                   cuece in situ la dulce ocarina que atrae a los pájaros de fuego
                  
Desmigar las boyas de los marineros ciegos
oo  o     para que los peces y las olas
o o         podamos encontrar tu orilla
o             sin  depender  del  mar 
o             ni mirar a las estrellas
            
Quiero dormir sin romper
ninguno de los sueños en los que apareces
  Pero esta noche voy a atentar
  contra todas las cristalerías

Y si me sangra el paso
calzaré las mecedoras herraduuduras
que la luna usa para dormir la tierra


Dar contigo será sencillo
   Seguir el acorde que cayó del romántico piano
   formando la onda sonora del último lago de Finlandia

Y un aleteo antes del sueño
Entre las pestañas del norte y las del sur
como la flecha en el arco del círculo polar
            encontrarte despierta como la luna llena 
            Con la aurora intercambiando sus sedas en tu cintura
            y las primeras nubes acariciándote la frente

Un jadeo antes del sueño colarme en tu Huracanada mirada
En tu Respiración de la que solo puedo cobijarme
no cerca           sino dentro
                          
Dentro amanece en Amazon
Dentro miles de cajas     grandes y pequeñas
A lomos de una hormiga o del tamaño de la Kaaba de la Meca

Miles de cajas envueltas en papel de estraza
      miles de cajas posadas aquí y allá
      en cualquier lugar
      Sobre una piedra  
      bajo un olivo       detrás de una cascada

Miles de cajas   baúles   cajitas   arcones   cajones 
  joyeros  embalajes   maletas   cofres   recipientes
  Cajas de oro o de cartón         
                                                                                           No veo ataúdes
                                                                                                              
 Cajas que contienen nuestros recuerdos
      nuestras emociones y sentimientos
      nuestros besos   viajes   mantecados    Nokias     
      tentes para construir la ciudad futura

Nuestra memoria envuelta en papel de estraza 
Nuestra memoria por llegar
Nuestros recuerdos por abrir


Martín de la Torre