De donde los
guanches nos llaman godos y los muyayos comen gofio y papas con mojo. De donde
los grandes daneses, colorados como tomates, salen ladrando guagua de los
autobuses. De allí nos llega la buenaventura de nuestra querida compañera. No
en un papiro, no en un legajo de papel de ajo, no en papel, sino en la prensa
amarilla de un plátano. Cual bumerán de luna menguante me ha llegado el
escrito que dice así:
Maravilloso
lugar para poder disfrutar de buena temperatura y magníficas playas. Y
disponiendo de tiempo libre, como una turista más, quise aprovechar la ocasión
para disfrutar de los encantos que me brindaba la isla antes de dirigirme a mi
trabajo en la feria artesana de Antigua.
Acompañando al chinito atendido por mi maestro y justo a la misma vez, se sentó
en el suelo de mi puesto de quiromancia, cruzando flexiblemente sus piernas,
una china Navelina muy sonriente y educada. Bajé del asiento al suelo e imité
su postura para poder así leer su pequeña mano oriental. Antes de empezar,
ambas flexionamos la cabeza en forma de saludo, dejándome llevar por su cortesía natural.
Y como a veces sucede, obtuve de mi cliente el permiso para narrarles mis
visiones manuales. Así, por la gracia que me ha sido concedida, dejo por
escrito, tal como les cuento, esta versión chinesca de quiromancia:
Qué cocinera
del trasatlántico Hikawa Maru sirve varitas del Capitán
Pescanova (de diversos
cadáveres marinos) en la gran cena de gala
amenizada con canciones de Queen…..Mary……Shelley.
Qué policía usa medias de red para pescar tiburones
de internet entre las sucias cloacas de un PC.
Qué costurera maneja los hilos en un país de marionetas
y usa agujas de acupuntura para remendar las lenguas de trapo.
Qué actriz de cine mudo tiene voz y voto de silencio en el gran teatro
de títeres del Parlamento, en su obra más representada:
“Ahora que vamos despacio, ahora que vamos despacio,
vamos a contar mentiras, tragarán, vamos a contar mentiras, tragarán”
Qué grafitera de Groenlandia tatúa con spray las lisas columnas
de la Capilla Sixtina por falta de frescos en su fachada.
Qué serena
de la castiza República Chueca desordena las aceras de enfrente,
cambia las
farolas por luces de Neón y pinta arcoíris en las banderas de su nación.
Qué alcahueta
empleada de la agencia matrimonial de Sevilla “Corazones”,
amadrinada por Anne
Igartiburu, regala jamones “Celestino
Gómez”
a las primeras diez parejas
consolidadas en la segunda cita.
Qué botánica admiradora de Joker cuelga en las ramas de los naranjos
figuritas
sonrientes de Totonacas para el virus de la tristeza de los cítricos.
Qué
vendedora de lámparas con muy mal genio suele vestir
pantalones aladinos y Pixar
con pie de plomo la alfombra mágica.
Qué periodista, desea aprender de los grandes bufones de Sálvame
en sus tertulias de la mala lengua de las mariposas, para pastores de Belén.
Qué
aceitunera lleva Georradar para detectar los restos óseos
de los Martinis con que brindaron los asesinos de Víznar.
Ana Cuevas.
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