Un Boeing peina a raya el horizonte
Una de las alas astillada
le hace carreras al cielo
y del motor herido
una bandada de ánsares
migra en
formación de estela
El Boeing peina la melena pelirroja
De un
bosque post mórtem
y rompe la costilla azul del arco iris
que tan
bellamente
extinguía
el incendio
Atribulado
cansado de crepitar
Un ánsar se ha posado
en una
rama
Picotea las brocas de los espárragos verdes
que cambian de aroma y mañana
taladrarán las mirillas de las nuevas estrellas
Trepanado
el cielo
convirtió en flauta aquel ataúd
y el
viento como un gramófono
reproduce el
isobárico silbido
tras el que
cayó el avión
(en la aguja de vinilo afina su canto un mosquito)
El viento capicúa de la palabra radar
detecta algo
al pronunciarse
Vuelan cenizas
en formación de humo
En la acelerada fosa de un telescopio En el borde
unos ojos muy lejanos
se han posado Solo falta ver
El Boe ha publicado la lista de fallecidos
Todos sabían volar
Como los ángeles
(La publicidad aérea
del boletín
Si sueña con
volar Hágase su voluntad
la financia un
crematorio de Madrid)
Algo me huele a chamusquina
El Boe ha publicado
que
las almas
huelan a carne quemá
un disco
de amoladora dé la hora A las dos sean
las tres
Durante una hora quien mire por la mirilla
podrá verse como el
cuco del reloj Solo faltará vivir
Martín de la Torre